Remontándonos en el tiempo, para comparar y analizar las bodas en la antigüedad e incluso en hace pocos años atrás, recordamos que durante la época victoriana, una novia usaba cualquier color para su vestido (exceptuando el negro, que estaba reservado exclusivamente para el luto y el rojo que era considerado muy ligado al libertinaje y la “mala vida”). Entonces la Reina Victoria de Inglaterra fue todo un referente de estilos de aquélla época y escogió el blanco para su vestido de novia, por allá por el año 1850; una decisión que luego imitaron las mujeres casamenteras europeas de aquéllos tiempos y se instauró, desde entonces, el color blanco como el color nupcial y se comenzó a darle a ese color connotaciones asociadas a la inocencia y la pureza.
Hoy, todo cambia y nuevamente se da un vuelco en los gustos y tendencias de las novias modernas y es el rosa pálido o candy que se posiciona en las jóvenes que optan por este color y por bodas sencillas, vintage o Boho Chic, que viene muy bien con el color rosa candy.
Este color destaca por ser un tono delicado, naif y muy favorecedor a cualquier novia que quiera sentirse diferente, romántica, fresca y alegre. Puede ser que siempre te imaginaste en el día de tu boda, vestida con un vestido blanco de ensueño, corte princesa con faldón amplio, todo muy formal y clásico; pues te contamos que ya es hora de los cambios por esa razón ¿no te has preguntado, que tal si todo fuera tal cual lo soñaste, pero en rosa? Sorprenderás con esta tendencia y un look increíble. Solo piensa en que el vestido será perfecto si buscas ser una novia dulce, romántica, femenina y sofisticada.
La parte fuerte de un vestido de novia color rosa candy, consiste en que esté confeccionado en una tela que caiga muy ligth, con aplicaciones de pedrerías y mucho encaje.
Lo ideal es que con este tipo de modelo y el color que elegiste, tu peinado sea un recogido con diadema de pedrerías o un gran cintón rosa tomando el recogido. Si prefieres llevar el pelo suelto, entonces la recomendación es: mucho ondulado, grande, muy flojo y una corona de flores naturales en tonos rosa y blanco. Si aún tu preferencia es llevar velo, lo ideal es que éste sea una tipo mantilla muy pegada a tu cabeza, estilo años 20. ¡Te verás genial!
El maquillaje, procura que sea muy suave, en rosa o melocotón. Ojos solo destacados con un delineado marrón con mucha máscara de pestañas, un rubor translúcido y labios con mucho gloss o definitivamente en un rosa o damasco matte.
La manicura, para estos vestidos colores rosa, es ideal una francesa en blanco. Y en accesorios: lo menos posible, pues todo lo que necesitas en accesorios ya lo lleva el vestido en encajes y pedrerías. Tal vez un delgado collar de perlas vendría bien si tu escote es tipo ilusión, corazón o palabra de honor, de lo contrario lo mejor es no llevar nada más que lo que ornamenta el propio vestido.